"El experto en eficiencia" es una película de 1992 protagonizada por Antony Hopkins acompañado de Russell Crowe.
La cinta está ambientada en la Australia de los años 60's donde hubo periodos de inestabilidad laboral debido a los cambios realizados por varias empresas para modernizar sus operaciones y aumentar las utilidades a expensas de los puestos de trabajo.
Estos cambios fueron resultado de las recomendaciones proporcionadas por consultores especializados que eran conocidos como los "expertos en eficiencia".
Hopkins interpreta a uno de estos consultores que se gana la vida diciendo a otros que hacer mientras que su vida personal es un desastre y su matrimonio se está desmoronando.
En su último trabajo en una gran planta automotriz recomendó grandes despidos lo que ha provocado importantes disturbios sociales.
Así que cuando el propietario de una fábrica de mocasines lo contrata para empujar a su pequeña y deteriorada empresa familiar por el camino de la modernidad procura distanciarse de los trabajadores.
Crowe hace el papel de un joven vendedor, advenedizo y engreído, que sale con la hija del jefe solo para poder heredar el negocio.
Por su parte los trabajadores creen, ingenuamente, que Hopkins está allí para modernizar la planta y se esfuerzan en ser amigables con él. Incluso lo invitan a unirse a su equipo en la competencia estatal de coches de carreras eléctricos.
Entonces, cuando llega el momento de anunciar los despidos, Hopkins presenta una nueva solución que convierte a los trabajadores en socios de la planta y sugiere que se pongan a fabricar guantes y fundas para asientos para sustituir las menguadas ventas de zapatos.
Y propone a Crowe la entrada en el mundo corporativo, que resulta más adecuado para sus ambiciones personales.
Más allá de este final, un tanto artificial, la película me hizo reflexionar en como un empresario que cuenta con un equipo de personas sencillas y virtuosas está en una buena posición para garantizar la supervivencia de su empresa.
Y en como, a veces, tenemos que dejar ir a ciertas personas que, a pesar de ser brillantes, solo piensan en si mismos.
Como ves, la eficiencia no se trata solo de reducir personal y comprar tecnología. Se trata de crear un ambiente que premie los hábitos operativos de excelencia. Que a través de un excelente servicio al cliente puedas lograr buenas utilidades como un justo resultado.
Si quieres que te ayude a encontrar la forma de hacer que tus colaboradores quieran, puedan y sepan hacer,