Día cero del proyecto más importante de tu compañía.
Sandra, tu directora de sistemas, está presentando ante toda la empresa el plan para la implementación de tu nuevo ERP.
¡Y esa fue la última vez que supiste realmente el estado del proyecto!
A partir de ese día, cuando le preguntabas sobre el avance, siempre respondía: "Vamos bien". No indagabas más, después de todo, Sandra es la mejor ingeniero en sistemas que hayas conocido.
Pero la frustración en tu equipo empezó a crecer. Durante meses nadie supo que estaba pasando. Muchos incluso hasta se olvidaron del proyecto. Solo de vez en cuando, algunos eran llamados a participar en algunas sesiones de preguntas y respuestas.
En esas reuniones no había ninguna agenda, parecía que se convocaba a la gente simplemente para reunirla en una habitación y nadie sabía para que se los mandó llamar o porque estaban ahí perdiendo el tiempo.
Se crearon varios equipos de trabajo que funcionaban de manera totalmente aislada, cada uno con diferentes metas y muy poca comunicación entre ellos.
La confianza de tu personal en su capacidad para llevar a cabo el proyecto empezó a caer. Muchas personas empezaron a tener una abierta hostilidad hacia el proyecto y a cuestionar la cantidad de tiempo y dinero gastados en él.
Esto inevitablemente retrasó numerosas fechas importantes y fue alargando la duración del proyecto.
Parece que toda la programación que presentó Sandra no era realista o no tenía ningún sentido.
Si sigues esta ruta, a los pocos meses habrás agotado tanto a tu equipo que muchos empezarán a buscar otro trabajo y otros se irán definitivamente.
No lo hagas.
Yo enseño a mis clientes a establecer un plan de proyecto con objetivos claros y realistas e hitos frecuentes que permitan crear motivación en el equipo y una sensación de progreso.
Si ya has empezado en esta ruta o si eres consiente de que una buena gestión de proyectos se suman a la motivación positiva de tu personal y mejoran su capacidad para lograr sus objetivos, te animo a reservar una minicharla estratégica conmigo.
En 30 minutos te explicaré como comprobar de forma periódica el estado general del proyecto tanto desde un punto de vista operativo como psicológico para identificar y abordar con anticipación cualquier problema.
Descubrirás que para gestionar la implementación de un ERP que te permita conocer la utilidad real de cada producto o unidad de negocio, no basta con ser un buen ingeniero en sistemas.