El otro día mi sobrina de 13 años jugaba a crear ciudades. El chiste del juego es que tienes que negociar e intercambiar con los otros jugadores la materia prima para lo que sea que quieras construir, gana el que hace más puntos.
Mientras jugaba la oía suspirar y protestar de que no sabía que hacer, ni que construir con lo que tenia ni que cambiar con los demás.
El mundo de los negocios puede ser complicado si no sabes bien para donde vas.
Con eso en mente, un gran número de empresas han desarrollado una gran habilidad para medir cualquier dato; tanto dentro como fuera de la organización.
Pero medirlo todo no siempre significa tener el control, en alguna ocasión leí una broma sobre como se hace exitosa una empresa en la actualidad:
Esta cita encierra una gran verdad sobre como a veces la realidad de una organización se puede esconder detrás de datos o información engañosa, que nos llevan a pensar en una empresa con un gran crecimiento exponencial, cuando la realidad es otra completamente diferente.
Que 10,000 o más personas entren a un lugar no significa absolutamente nada si ninguna compra un producto por pequeño que sea.
Si hablamos del mundo online, tener 1,000 nuevos seguidores en Facebook diarios, ser un trending topic en Instagram o tener una lista de correo que ingresa más de 100 nuevos contactos al día puede asociar a la empresa con un éxito rotundo.
Pero la realidad es que estos datos solo expresan que la marca ya esta siendo conocida, que esta ganando popularidad y reconocimiento; no tiene nada que ver con la prosperidad presente y futura de la empresa.
Esto no quiere decir que medir sea algo malo, es todo lo contrario, sin embargo, una métrica es tan importante como que sus resultados sean significativos.
Para que una métrica sea significativa hay que enfocarla sobre los indicadores claves de rendimiento o KPI como se conocen comúnmente (el énfasis en la palabra clave fue casualidad).
¿Y que son los indicadores claves de rendimiento?
Se tratan de las medidas que van a ayudar a un departamento de una empresa a entender y saber cual es el punto donde este se encuetra.
De lo que comentamos arriba queda claro que hay indicadores buenos y otros a los que vamos a llamar engañosos.
Un buen indicador debe servir de brújula para ayudar a un departamento o empresa a entender claramente si se encuentran en el camino correcto para cumplir metas y objetivos estratégicos.
Para que esto se cumpla el KPI debe estar bien definido, ser cuantificable (que sea posible medirlo en números), alcanzable en un tiempo especifico y, lo más importante, crucial para los objetivos comerciales de la empresa.
Por estas razones, a través de los siguientes artículos voy a ir mostrando cuales son los indicadores más importantes para las diferentes áreas de la empresa, como definirlos y como utilizar una herramienta tecnológica para establecerlos y consultarlos siempre que sea necesarios.
Próximos artículos del blog:
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Métricas de Ventas
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Métricas de almacén
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Métricas de compras
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Métricas financieras