El concepto de low-code o no-code es un concepto que ha existido desde los años 80s pero que últimamente se ha puesto de moda.
El low-code busca evitar la programación manual convencional a través del uso de una interfaz gráfica con elementos visuales predefinidos.
La promesa es facilitar el proceso de desarrollo del software y ahorrar tiempo al permitir que personas con pocos conocimientos previos de programación puedan crear sus propias aplicaciones.
Al principio esta idea parece sumamente atractiva.
Sobre todo porque siempre se empieza por pequeños proyectos que son muy fáciles de realizar.
Pero a medida que crece la base de código siempre terminan por aparecer los problemas habituales de cualquier desarrollo de software:
- Debido a la falta de documentación, conforme la aplicación crece y los empleados cambian, el mantenimiento y evolución se hace cada vez más complicado.
- La arquitectura tecnológica queda en manos de las mismas personas que desarrollan el software. Su falta de experiencia hará necesario muchos retrabajos.
- Los desarrolladores experimentados no querrán trabajar contigo porque atender a un solo cliente no es atractivo para ellos.
- Se vuelve prácticamente imposible encontrar desarrolladores con experiencia en la herramienta low-code de tu empresa.
- En algún punto te acabas topando con pared. Vas a poder hacer el 90% de lo que buscas con el 10% del esfuerzo, pero completar la última parte del proyecto va a requerir más tiempo y esfuerzo que todo el 90% inicial.
Bien puede ser que estés pensando que la forma en como se hacen las cosas en tu empresa es única y que representa una gran ventaja competitiva para ti.
La verdad es que muy pocas veces es cierto.
Normalmente las ventajas competitivas están en lo que haces y no en como lo haces.
Además lo que haces rara vez es único. Por ejemplo, hay un montón de formas diferentes de emitir facturas, pero al final del día todas las facturas son iguales.
Con cientos de software ERP en el mercado, realmente hay muy pocas razones para desarrollar tu propio ERP en cualquier herramienta de low-code.
Siempre es más trabajo del esperado.
Sólo deberías desarrollar un software para ti si crea una verdadera ventaja competitiva para tu empresa.
Las ventajas competitivas nunca vienen en la forma de "es más barato hacer el mío que comprar uno".
Y si escuchas a alguien de tu equipo decir: "¿qué tan difícil puede ser?" es seguro que no tienen la menor idea de lo que significa el desarrollo de software.
Pero si aún tienes dudas, la mejor decisión que puedes tomar es reservar una sesión en el enlace que encontrarás en el primer comentario
Tu empresa te lo agradecerá.