No se si habrás oído hablar del "Efecto Cobra" también conocido como "La ley Campbell".
Cuando la Gran Bretaña gobernaba la India se identificó un problema debido a la gran cantidad de serpientes cobra venenosas que habitaban en el país.
Para resolverlo el gobierno decidió ofrecer una recompensa por cada cobra muerta que fuera entregada a las autoridades.
Al principio esta medida tuvo el efecto deseado reduciendo el número de cobras salvajes.
Pero después de un tiempo, algunos emprendedores empezaron a criar cobras en cautiverio para obtener ingresos.
Cuando las autoridades se dieron cuenta de esto eliminaron el programa de recompensas.
Entonces las granjas de cobras liberaron sus, ahora inútiles, cobras a la naturaleza.
Al final del ejercicio el dinero del gobierno se había desperdiciado, y la población de cobras había aumentado gracias a la crianza deliberada.
Aunque la historia suena casi cómica, es notablemente similar a algunas de las medidas mal pensadas que veo en uso hoy en día en muchas empresas como la tuya.
Incentivas cosas como las ventas, ingresos, producción, rentabilidad o satisfacción del cliente.
El problema es que esos son resultados, no comportamientos. Incentivar el resultado no garantiza el comportamiento. Se puede llegar al resultado a través de buenos comportamientos o de algunos comportamientos no tan buenos.
Implementar un sistema de planificación y gestión de recursos empresariales (ERP) en una empresa donde las personas no usan los comportamientos adecuados para alcanzar los resultados es imposible.
Porque estas personas no son leales a la empresa, son leales al dinero y al trabajo fácil.
Y se irán en cuanto aparezca algo que ofrezca más dinero o les pidas más trabajo.
¿Hasta cuándo vas a seguir recompensando el comportamiento que no quieres y castigando a tus mejores elementos?
Si quieres dar el primer paso,